Fue proyectado en 1912 por Pedro Guimón, y posteriormente fue reformado por Ricardo de Bastida siendo rematado tras su fallecimiento por Francisco Hurtado de Saracho.
Este edificio del BBVA, que fue la antigua sede del Banco del Comercio, tiene clara inspiración clasicista y ocupa tres fachadas (Ledesma, Gran Vía y Alameda de Mazarredo), estando resueltas estas dos últimas con columnas de orden corintio.
[1] Un templete dedicado al dios Mercurio remata este edificio, obra de Moisés de Huerta.
[2] Cruzando la alameda de Mazarredo se encuentra la sucursal del Banco de España en Bilbao.
[3] Sigue arrendado a la entidad bancaria.