La Ectoína es un compuesto natural que se encuentra en varias especies de bacterias.
La ectoína se encuentra en altas concentraciones en microorganismos halófilos y confiere resistencia a estrés salino y la temperatura.
La ectoína fue identificada por primera vez en el microorganismo Ectothiorhodospira halochloris, pero desde entonces ha sido encontrado en una amplia gama de bacterias Gram-negativas y Gram-positivas.
[2] Algunas especies que presentan ectoína son: La ectoína se sintetiza en tres reacciones enzimáticas sucesivas a partir del β-semialdehído aspártico.
[3] La ectoína se utiliza como ingrediente activo en el cuidado de la piel y protección solar.