Echo & the Bunnymen (álbum)

Del disco se extrajeron los sencillos: "The Game", "Lips Like Sugar" y "Bedbugs and Ballyhoo".[2]​ Durante el descanso, el batería Pete de Freitas viajó por España y Francia en su motocicleta, el bajista Les Pattinson trabajó en la construcción de su nuevo barco,[2]​ el cantante Ian McCulloch publicó en solitario el sencillo "September Song",[3]​ mientras que Will Sergeant se tomó el descanso sin hacer nada.[5]​ Cuando estuvieron listos para comenzar a grabar, entraron en el estudio con su antiguo productor Ian Broudie y Clive Langer para grabar las canciones interpretadas en Glastonbury, además de "Like a Rollercoaster" y "Jimmy Brown".[6]​ Se reunieron en Bruselas y allí grabaron "All in Your Mind", "Like a Rollercoaster" y "Jimmy Brown",[6]​ que finalmente se tituló "Bring On the Dancing Horses".[9]​ después probaron con David Palmer, exmiembro de ABC y grabaron unas sesiones para el disco con el productor Gil Norton.Sin embargo, en julio de 1986 decidió que no quería seguir trabajando con la banda.[9]​ Con la formación completa que después grabaría Echo & the Bunnymen, hicieron una aparición televisiva en la BBC en septiembre de 1986 y tocaron dos nuevas canciones: "The Game" y "Lips Like Sugar".Según Sergeant, el ejecutivo de Warner Music, Rob Dickins, les estaba presionando para publicar un disco que replicase el éxito del reciente álbum de Peter Gabriel, So: "No me lo podía creer cuando Rob Dickins nos llevó a su oficina y nos reprodujo el disco de Peter Gabriel.Tanto Echo & the Bunnymen como su sello discográfico, WEA Records, quedaron insatisfechos con los resultados de las sesiones con Norton y con Palmer tocando batería.[12]​ En una entrevista de 1995, el guitarrista Will Sergeant comentó sobre el absurdo trato que recibía McCulloch: "Simplemente lo encontrábamos ridículo.Mientras se mezclaba, la banda salió de gira por Brasil y escuchaba los resultados por vía telefónica.[14]​ Latham alejó a la banda del uso de las cuerdas, muy presentes en Ocean Rain y en menor medida en Porcupine (1983), para introducir en las canciones melodías con teclados.[24]​[25]​ La British Phonographic Industry certificó el disco plata por vender más de 60 000 copias.