A menudo promocionaba sus inventos con afirmaciones grandiosas y espurias, que se convertirían en un sello distintivo de sus planes empresariales.
[3] Recaudó frecuentemente respaldo financiero para sus empresas, pero rara vez (o nunca) sus inversores obtuvieron dividendos de sus proyectos.
Era considerado por muchos como un fraude debido a sus afirmaciones y prácticas comerciales no probadas, pero nunca pasó ningún tiempo en prisión como resultado de estas acusaciones.
Las características más notables del diseño[6] eran que las bielas del motor estaban conectadas directamente al eje trasero, los cilindros no tenían aletas de enfriamiento, y Pennington usaba un balón neumático, una invención que también se le atribuye.
[8] El único ejemplo que queda de este diseño lo preserva el National Motor Museum en Beaulieu, Hampshire, Inglaterra.