Durante el siglo XX también se utilizó «machacante» como sinónimo de duro.
Por ello, aparecieron numerosas acuñaciones irregulares, realizadas al margen del Banco de España.
[4][5] Los duros sevillanos fueron tan famosos que incluso llegaron a ser sinónimo de falsedad.
«Ese duro cecea», dice en la comedia Es mi hombre (1921) un personaje de Arniches, vigilante en un casino, al sorprender a una moza que intenta colar en el juego un «duro sevillano».
Antiguamente se llamaba "peso duro" o simplemente "duro" a la moneda de "real de a ocho" o su equivalente en papel moneda.