Se describe como el producto cartesiano de dos discos definidos sobre los planos XY y ZW del espacio tetradimensional euclídeo.
El duocilindro está limitado por dos variedades de dimensión 4 que son perpendiculares entre sí.
La intersección del duocilindro con nuestro espacio es un cilindro, siempre que pase paralela o perpendicularmente a uno de sus discos.
Imaginemos ahora que un duocilindro va a cruzar nuestro espacio de esa forma: En el momento justo la intersección con nuestro espacio el resultado es un círculo, un cilindro de altura infinitesimal.
Cuando el duocilindro rueda, puede cubrir el espacio de una recta; y si se 'coge' y se le pone sobre su otra superficie rodante cubrirá el espacio de otra recta perpendicular a la anterior.