Posteriormente escapa de los Harkonnen, llegando por casualidad a Caladan.
Sus vidas son variadísimas: desde mentat para la casa Atreides hasta el constantemente asesinado General del Dios Emperador e, irónicamente, instrumento de su muerte.
Posteriormente, tras la victoria Bene Gesserit y la fusión de esta con las Honoratas Matres, Idaho decide recobrar los últimos restos del Imperio y huir al espacio profundo para no ser localizado, y preservar junto a Sheeana todo lo que se ha perdido.
Desarrolla una presencia básica que le permite escapar durante más de veinte años a la búsqueda, hasta que en el inicio del Kralizec son finalmente atrapados y llevados ante el enemigo.
Allí se revela como el Kwisatz haderach último, con todas las habilidades de los demás Kwizats haderach e incluso la Hipervelocidad de Miles teg, para establecer una tregua entre el enemigo y la humanidad.