Aquí trabajaron algunos de los físicos de más renombre del siglo XX, como Nikolái Bogoliúbov, Gueorgui Fliórov, Vladímir Veksler o Bruno Pontecorvo.
Varios elementos como el ununoctio fueron descubiertas o estudiados aquí.
Han sido anunciados ambiciosos proyectos destinados a hacer de Dubná un Silicon Valley ruso, y efectivamente se han instalado aquí algunas empresas de servicios informáticos, como Luxoft.
[1] Tras la caída de la URSS, la situación económica se vio degradada, alcanzando el desempleo un 30% según los criterios de la Organización Internacional del Trabajo.
[2] Dubná posee la estatua más grande de Lenin del mundo (25m), 37 metros en total sobre el pedestal.