Se cree que la especie podría haber llegado a Canarias durante el periodo Mioceno.
Son relativamente xerófilos, habitando zonas con precipitaciones de entre 200 y 500 mm anuales.
Los ejemplares encontrados se localizan en las zonas geológicamente más antiguas de la isla, en riscos generalmente inaccesibles.
Estas zonas albergan restos de sus ecosistemas originales: sabinar y jarales.
En ellas convive con especies como sabinas, jaguarzos, acebuches, pinos, etc. D. tamaranae fue descrita por los investigadores españoles Águedo Marrero Rodríguez, Rafael Serafín Almeida Pérez y Manuel González-Martín, siendo publicado en Botanical Journal of the Linnean Society en 1998.