Dopaje en los Juegos Olímpicos
[2] Era algo sabido que los atletas bebían pociones consideradas mágicas o comían carnes exóticas para adquirir un mejor rendimiento.[3] Si los atletas eran descubiertos en estas prácticas, sus retratos eran grabados en piedra y colocados en un lugar visible como escarnio.[2] Aunque pueden registrarse casos en los que se suministra a los atletas sustancias que supuestamente ayudaban o aportaban algún beneficio, no se puede hablar de productos dopantes prohibidos hasta la implementación por parte del COI de la Comisión Médica para la Lucha Contra el Dopaje, que hizo unas normas y una lista de productos prohibidos,[4] estas normas se aplicaron por primera vez en los Juegos Olímpicos de México 1968 en los que se instauran también por primera vez controles antidopaje para su detección.[10] Los planes elaborados para el dopaje fueron puestas a descubierto tras la caída del muro de Berlín y la posterior reunificación alemana.[13] Según el periodista Andrew Jennings, un oficial de la KGB declaró que agentes de inteligencia soviéticos se habían hecho pasar por autoridades antidopaje para socavar las medidas antidopaje y evitar que los atletas soviéticos fueran detectados.