Sexto, cegado por el deseo hacia Lucrecia, viola a la matrona, la cual acaba suicidándose.
Ayudado, pues, por intachables patricios romanos, combate contra los Tarquinos y libera a Roma de sus imperfecciones.
La trama se empieza a complicar con la aparición de los personajes Colatino, Valerio, Lelio y Octavia.
Este hecho conforma el típico problema amoroso de las zarzuelas u óperas en general: Tulia, quien ha roto con Sexto, se siente rechazada y Octavia, a su vez, que ama a Valerio, tiene que actuar en contra de sus sentimientos cumpliendo el matrimonio concertado.
Laureta narra lo ocurrido de una manera burlesca, intentado quizás quitarle peso dramático a la historia.
Se prepara la conjura del senado y la plebe, la cual atacarán durante la ceremonia de los matrimonios.
La zarzuela culmina con los tres matrimonios realizados como final feliz, típico en las representaciones musicales de esta época.
En esta zarzuela se ambienta el escenario con espacios totalmente contrarios unos con otros, por ejemplo, incluye las mutaciones de selva, jardín y templo, los cuales son habituales en este género dramático-musical.
No obstante, a veces el ambiente no se muestra del todo claro ya que en alguna ocasión comienza con la mutación de salón, después pasa a un jardín que se transforma en una selva y culmina con la aparición de un templo.
En cuanto a reposiciones, en la obra encontramos piezas añadidas posteriormente (pues en ellas sí especifican un año concreto de publicación), con lo cual es muy probable que hubiera modificaciones realizadas por el mismo compositor.