Su gobierno duró desde la abdicación de Pietro Barbolano en el año 1032 hasta su muerte.
Antes de que Domenico Flabanico asumiera el cargo, había un caos considerable en Venecia.
Su predecesor había renunciado a la posición de dux tras una amplia presión pública para restablecer a Ottone Orseolo, pero cuando se descubrió que Ottone Orseolo se estaba muriendo, Domenico Orseolo, relativamente menos popular que Otto, se postuló para el cargo.
Bajo Flabanico, fueron inculcadas nuevas leyes para limitar los poderes del dux contrarias a la creación de una monarquía hereditaria y pasando muchos nuevos actos.
Fue sólo gracias a su sucesor, Domenico Contarini, cuando la República recuperó una nueva era de prosperidad.