Este puede adoptar la forma de eufemismos (por ejemplo, “reducción de personal” por despidos y “servir al objetivo” por bombardeo),[1] en cuyo caso su objetivo principal es hacer que la verdad suene más agradable.
[9] Herman describe en su libro, Más allá de la hipocresía, las principales características del doble discurso:Lo realmente importante en el mundo del doble discurso es la capacidad de mentir, consciente o inconscientemente, y salirse con la suya; y la capacidad de utilizar mentiras y elegir y dar forma a los hechos de forma selectiva, bloqueando los que no se ajustan a una agenda o programa.
[16] Oscar Wilde fue uno de los primeros en utilizar este recurso[17][18][19] e influyó notablemente en Orwell.
La función del esquema intensificar/minimizar no es dictar lo que debe discutirse, sino fomentar el pensamiento lógico y la organización sistemática.
Para restarle importancia se suele recurrir a la omisión, la distracción y la confusión al comunicarse con palabras, gestos, números, etc.
El Premio al Doble Discurso es un “homenaje irónico a los oradores públicos que han perpetuado un lenguaje sumamente engañoso, evasivo, eufemístico, confuso o egocéntrico”.
Una pedía al Consejo que encontrara medios para estudiar los usos deshonestos e inhumanos del lenguaje y la literatura por parte de los anunciantes, para denunciar las ofensas ante la opinión pública y para proponer técnicas de enseñanza que prepararan a los niños para enfrentarse a la propaganda comercial.
Puso de relieve las tergiversaciones del lenguaje y proporcionó estrategias para contrarrestarlo centrándose en la educación de las personas en la lengua inglesa para ayudarles a identificar cuándo se está empleando este recurso.
También fue el fundador del esquema intensificar/minimizar, muy utilizado para identificar casos de doble discurso.
Beyond Nineteen Eighty-Four consta de 220 páginas y dieciocho artículos aportados por antiguos miembros del Comité y otras personas cuyos trabajos han contribuido a la comprensión pública del lenguaje, así como una bibliografía de 103 fuentes sobre el doble discurso.
Menciona:[30]Para ser un consumidor eficaz del lenguaje no basta con expresar consternación por los adjetivos sin sentido, la concordancia inadecuada entre sujeto y verbo o su uso cuestionable.
Todos los que usan el lenguaje deberían preocuparse por la congruencia entre las afirmaciones y los hechos, por si es, en palabras de Orwell, “en gran medida la defensa de lo indefendible” y por si “está diseñado para hacer que las mentiras parezcan verdades y los asesinatos respetables, así como para dar una apariencia de solidez al puro viento”.Charles Weingartner, uno de los miembros fundadores del comité del NCTE sobre el doble discurso público mencionó: “la gente no sabe lo suficiente sobre el tema (la realidad) como para reconocer que el lenguaje que se utiliza oculta, distorsiona, engaña.