Su política hacia los tártaros fue conciliatoria en su mayor parte, ya que sus tierras orientales estuvieron continuamente expuestas a sus ataques.
Durante su reinado, tuvo disputas constantes con la República de Nóvgorod debido las incursiones de los piratas novgorodienses que saqueaban su propia capital y los mercados tártaros a lo largo del río Volga.
Tres años después, fue destronado y tuvo que hacer las paces con Dmitri al casarlo con su hija, Eudoxia.
Uniéndose al ejército de su yerno, condujo una campaña contra Bulgaria del Volga y Mordovia.
Dmitri y su esposa Vasilisa de Rostov tuvieron tres hijos: