Hacía tiempo que ya se habían iniciado procesos judiciales contra estas dos sociedades, pero sólo habían sido lanzados por cuestiones de estatutos, ya que se habían registrado como fundaciones y no como empresas[5].El 19 de enero, 3000 personas rompen un cordón policial e irrumpen en la plaza Skanderberg de Tirana.
Sus ahorros han probablemente desaparecido, la economía no funciona, y piensan quizás en los salarios pagados en las pocas empresas textiles italianas que existen ahí –cuando se tiene la suerte de encontrar un trabajo en el país–.
[6] En esta situación de caos y de violencia, antiguas vendetas personales volvieron a aflorar y más de 10 mil albaneses iniciaron otra inmigración masiva a Italia como ya realizaran con la transición al capitalismo y la democracia, lo que provocó una seria crisis gubernamental en este último país.
El primer ministro albanés Aleksander Meksi y su gabinete, compuesto por miembros del Partido Democrático, renunciaron en bloque.
El nuevo gobierno albanés apela por una fuerza internacional para que le ayude a restablecer el orden en el país.
Este renunció a su cargo en julio, siendo reemplazado por el antiguo profesor de Física y secretario del Partido Socialista, Rexhep Mejdani, que fue elegido presidente de Albania aquel mismo mes.
En agosto de 1997 el Gobierno albanés anuncia que el ejército y la Policía estatal albanesa han restablecido el orden en Vlorë y que la fuerza multinacional se retiraría del país antes de finalizar el mes.
El desempleo superó la marca del 25 % y la inflación en julio llegó al 28 %.