Diputado del Común
El diputado del Común no tiene el poder de dictar sentencias, imponer sanciones o suspender las actuaciones administrativas, teniendo en cambio, facultad para investigar y denunciar.No obstante, no puede participar en conflictos de intereses entre particulares, asuntos en los que haya una sentencia o pendientes de resolución judicial, al igual que tampoco trata las quejas anónimas o infundadas.Se puede plantear una queja en cada una de las oficinas que hay en cada una de las islas Canarias o bien acudir a la sede del diputado del Común, existiendo además la posibilidad de efectuarlas por correo, fax o correo electrónico, siempre firmadas por la persona física o jurídica.Posteriormente, en 1766 se promulgó el Auto Acordado del Consejo de Castilla,mediante el cual se instituyeron en cada Ayuntamiento la elección anual de varios Diputados del Común y un síndico Personero.[1] La suerte que siguieron estos representantes del pueblo fue desigual en cada isla, ya que desaparecieron completamente en Gran Canaria y La Palma, perviviendo no sin graves y grandes inconvenientes en Tenerife.