La Dinastía XXXI o Trigesimoprimera Dinastía, también denominada segunda dominación persa de Egipto, transcurre de 343 a 332 a. C. Pertenece al final del periodo tardío de Egipto, que comprende las dinastías XXVI, XXVII, XXVIII, XXIX, XXX y XXXI.
[1] En este periodo de nueve años Egipto fue un país ocupado por gobernantes extranjeros y muchos textos coetáneos indican que fue una época de violencia y opresión.
[4] [5] Darío III fue el tercer y último gobernante de esta dinastía.
Subió al trono del imperio persa el 336 a. C. con el deber de salvar un imperio que estaba debilitándose, pero en 334 a. C. tuvo que enfrentar su mayor reto: Alejandro Magno, el recién nombrado Hegemon por la Liga de Corinto invadió Persia: la guerra había comenzado.
[6] Este hecho fue crucial, pues para que Alejandro pudiera avanzar hacia el corazón del imperio persa tenía que asegurarse la retaguardia conquistando Oriente Próximo y Egipto, aún bajo dominio persa, tarea que emprendió a inicios de 332 a. C. con el asedio de Tiro que resistió seis meses; después se dirige rápidamente a Egipto donde, tras vencer lo que quedaba del ejército persa, se proclama "Hijo de Amón" y reorganiza sus territorios para darles mayor cohesión; luego retoma la conquista de un imperio persa que no gobernaría nunca más sobre Egipto.