Desde este punto el río es navegable hasta su desembocadura en Saint-Malo, a varias decenas de kilómetros.
[5] Aunque el lugar estuvo ocupado sin duda desde época prehistórica, Dinan surge para la historia a partir del siglo XI como el lugar donde existe una mota castral (en el Tapiz de Bayeux aparece una escena con su asedio por parte de Guillermo el Conquistador).
En 1364, tras varias tentativas, el duque Juan IV logra retomar el control de la ciudad y construye el castillo.
Bajo el impulso de una naciente burguesía, se toman diversas medidas para luchar contra la insalubridad y la ciudad comienza a extenderse más allá del antiguo núcleo amurallado.
Dinan tampoco es ajena a la nueva moda del turismo y se convierte en un destino muy estimado por los británicos.