Diego Rodríguez (matemático)

La comunidad científica encabezada por él en México aceptó estos cambios radicales unos 30 años antes de que lo hicieran sus colegas españoles.Muchas de estas obras fueron desarrolladas para sus propios cursos en la universidad, otras fueron hechas para apoyar sus propias investigaciones, como el tratado para la predicción y medición exacta de los eclipses, que sería fundamental para el cálculo preciso de las posiciones geográficas (longitudes) ya que un eclipse permite sincronizar la hora en que se registró el suceso en distintos lugares geográficos.Su notable alumno peruano y activo corresponsal, Francisco Ruiz Lozano, usó la misma técnica para medir la posición de su natal Lima, Perú.En la colonia era muy difícil imprimirlos, no solo por los altos costos sino porque ni siquiera existían los tipos especiales para, por ejemplo, la notación matemática de entonces, y sobre todo no había el mercado que lo justificara.Por esa razón algunos de estos manuscritos fueron enviados a España, pero allá no hubo mayor interés y fueron francamente desdeñados.