Es nombrado subdelegado del Partido de Larecaja en 1776, cargo que ocupó hasta 1780.
Esa noche asiste al cabildo esperando calmar los ánimos, pero la gente lo obliga a renunciar a su cargo en favor de Pedro Indaburu y es expulsado de la ciudad.
Llega a Puno el 20 de agosto y jura el cargo.
Sigue a José Manuel de Goyeneche en su campaña de pacificación del Alto Perú y en 1811 es nombrado gobernador interino de La Paz, estando en el cargo recibe a 11 españoles arrestados por crímenes contra la población indígena.
El 29 de junio llegan a la ciudad un grupo de indígenas comandados por Casimiro Irusta, éste pide a Quint que se les entregue a los prisioneros para degollarlos, el gobernador se niega ante tal petición porque los arrestados deben responder a la justicia, ante tal negativa Diego Quint es golpeado con un garrote en la cabeza.