Diego de Bruceña
Su apellido ha sido transcrito como ‹Brizuela›, ‹Bruçeña›, ‹Bruzena› y ‹Briceña›; en Burgos incluso se le llegó nombrar como ‹Pedro de Bruceña›.En 1592, en un altercado con el prelado Pascual, este llamó a Bruceña «rapaz, vellaco, desvergonzado», a lo que el maestro le respondió, «judío vellaco, que de la manera que sant Pedro había sacado la oreja a Malchus, él como a judío se le había de sacar otra».Un año después se le aumentó el sueldo en 12 000 maravedís.La Catedral de Burgos también fue contactada por el Cabildo de Zamora, que insistía en que debían dejar regresar al maestro a su ciudad natal.En 1604 el procurador Damián Bueno denunció a Bruceña y al tiple Alonso de Tobar por un violento altercado en el Convento de la Merced, proceso que seguía activo catorce años después.La licencia le fue negada en virtud del acuerdo que tenía con el Cabildo de permanecer por seis años.Las relaciones con el Cabildo burgalés fueron deteriorándose hasta que el 9 de julio de 1607 se le permitió partir, reconociendo su «áspera condición».