Dialecto manchego

[3]​ En un sentido más genérico, puede aplicarse a un área bastante extensa, que incluiría parte de la Comunidad Valenciana[4]​ y la Comunidad de Madrid, donde no es fácilmente discernible el uso histórico del producido por la inmigración.

También, debido a su profundo conservadurismo, existe un importante sustrato del latín o el árabe.

vido: vio; (e)sotro, sotri o sotre: otro), aragonesismos (chulla: chuleta, costilla con carne de animal vacuno, lanar, porcino; melsa: flema, tardanza, indolencia; zuclería: confitería, casi exclusivamente en Villarrobledo), mozarabismos (ardacho -del ar.

en Alcalá del Júcar), valencianismos (polsaguera: polvareda, terretremo: terremoto, bajoca: judía verde), etc.

A su vez, la RAE en su Diccionario de la lengua española considera bastantes mancheguismos exclusivamente como murcianismos (p. ej.

En muchos términos, considerados vulgarismos en otras zonas castellano- parlantes, se observa una gran tendencia al conservadurismo del habla manchega puesto que están mucho más cerca de los étimos originales (árabe o latín) que sus equivalentes castellanos.

Las mayores diferencias respecto al castellano normativo, en cuanto a vocabulario, se encuentran especialmente en términos especializados y de uso poco común como los referidos a útiles o tareas agrícolas: esteva, toza, pescuño, varijá, bóllega, abujo, finarte, empiedro, trócola.

También son abundantes los términos compuestos: mascabillotas, retusalindes, esgarracolchas, estripaterrones, etc. Gramaticalmente, se observan rasgos como una tendencia a la masculinización de algunos nombres femeninos (rano, cabro, ovejo, gallino), frente a la feminización de otros (serpienta).

La forma plural experimenta rotacismo, y se asimila al infinitivo del Idioma español (el infinitivo manchego, por lambdaización, suele acabar en -l, partil por partir): venir (p')acá por venid aquí, salir d'ai por salid de ahí.

Así mismo existen otras locuciones adverbiales o adverbios propios ((en) comedio), variaciones arcaicas (hogaño, antaño, anier, antier), tendencia a la diminutivización (de seguidica, con tentico), etc.

Extensión aproximada de La Mancha
Antigua Provincia de La Mancha (cartografía de Thomás López Pensionista. Año 1765).