En esta situación se produce una perturbación electromagnética que origina una emisión de luz, análogamente a como un barco rápido crea una estela al navegar en aguas en reposo.
Esta bolsa, llamada técnicamente sachet o liner, se encuentra llena de 12.000 litros de agua ultra pura y en la que la partícula deja su rastro.
Los sensores envían entonces la información a una estación central que procesa los datos.
Se encuentran emplazados a 1,5 km de distancia entre ellos, formando una red que cubre unos 3.000 km².
Los tanques trabajan junto a detectores de fluorescencia para captar los rayos con mayor precisión.