Detección de anomalías

[3]​ La detección de anomalías tiene aplicación en muchos ámbitos, como la ciberseguridad, la medicina, la visión artificial, la estadística, la neurociencia, la aplicación de la ley y el fraude financiero, por citar sólo algunos.

Inicialmente, las anomalías se buscaban para rechazarlas u omitirlas claramente de los datos con el fin de facilitar el análisis estadístico, por ejemplo para calcular la media o la desviación típica.

Las técnicas no supervisadas de detección de anomalías suponen que los datos no están etiquetados y son, con mucho, las más utilizadas debido a su aplicación más amplia y pertinente.

Entre los más frecuentes se encuentran: La detección de anomalías es aplicable en un gran número y variedad de ámbitos, y constituye una importante subárea del aprendizaje automático no supervisado.

[5]​ La detección de anomalías para IDS se realiza normalmente con umbrales y estadísticas, pero también puede hacerse con soft computing y aprendizaje inductivo.