[1] En efecto, dicho día la ciudad le escribió una carta pidiéndole al capitán toledano que demoliese el castillo y las defensas de la villa, por cuanto ya no era posible mantener en ella una guarnición suficiente (Cigales estaba ocupada desde enero por 1500 soldados comuneros y Padilla estaba comenzando a reunir a sus efectivos en vista a una operación militar de gran envergadura).
Posteriormente, procedieron a derribar la fortaleza y cortar todos los almendros y árboles de la aldea.
[2] Asimismo, sugirieron el envío de un alcalde de Corte a Cigales para investigar lo sucedido.
A su opinión se adhirieron los representantes de Toro, Murcia, Toledo, Ávila, Salamanca, León y Madrid, y a continuación se designó al licenciado Rincón para que iniciase la pesquisa correspondiente.
Dos días después, se envío un mensajero al propio conde de Benavente para disculparse por lo sucedido en nombre de la Junta.