[1] Se crio en Punta Humbría, España, donde su primera lengua fue el español hablado en Andalucía, un dialecto del castellano.
[2] Entre 1942 y 1945 participó en numerosos engaños estratégicos en el teatro del Mediterráneo.
Su cadáver fue incinerado y sus cenizas depositadas en un nicho del Cementerio Inglés de Málaga.
[1] Finalmente, Bristow decidió publicarlas primero en español, con el título Juego de topos (Barcelona: Ediciones B, 1993).
No fue procesado gracias a la protección de los tribunales europeos.
[1] Dedicó sus memorias al recuerdo de los amigos españoles y portugueses que lo ayudaron a combatir el fascismo: «A todos aquellos colaboradores españoles y portugueses que, en silencio, y a menudo poniéndose en peligro, apoyaron sin reservas la causa aliada».