El jefe de gobierno chileno, Bernardo O'Higgins, realizó grandes esfuerzos para hacer realidad esta costosa y arriesgada empresa.Un hito clave de la estrategia era tomar Lima, hasta entonces llamada Ciudad de los Reyes, y proclamar la independencia, nombrándose San Martín Protector del Perú, para desde esta posición llamar a sumarse a la causa patriota al resto del Perú.Tomó varias horas la cuidadosa llegada a tierra de las tropas, municiones y artillería.El Ejército Libertador, con el propio San Martín al frente, entró en la ciudad en horas de la tarde.A su paso, muchos lugareños vivaron a las tropas patriotas y hubo jóvenes, incluidos algunos esclavos, que se ofrecieron como voluntarios portando como credencial alguna de las proclamas distribuidas clandestinamente en los puertos, meses antes, por el vicealmirante Cochrane.