Es, en general, más utilizada por los cocineros y chefs y no tanto para el uso doméstico, ya que hoy en día es práctico adquirir las aceitunas ya rellenas o descarozadas, pues están al alcance de los compradores, en frascos, sueltas, y otros tipos de envase.
Una vez inserto el fruto en el cuenco de la pinza se procede a cerrar la misma, cumpliendo el extremo del otro brazo la función de penetrar la carne de la aceituna y empujar el carozo que saldrá expulsado por un orificio que tiene el cuenco citado anteriormente, y que se puede ver en la segunda ilustración que se muestra a la izquierda de este párrafo, mediante imagen "de perfil" del utensilio en cuestión.
Hoy en día existen maquinarias automáticas que suplen esta labor de manera más rápida, higiénica y eficiente.
Se puede utilizar en el hogar y en establecimientos culinarios que realizan tareas de forma artesanal.
Los materiales que lo conforman son hierro fundido pintado, un eje acerado para perforar y descarozar con un botón para pulsar, también de hierro pintado, y finalmente un soporte de caucho o goma en donde se asienta el fruto para su procesamiento.