[4] La posterior detención de Pedro Castillo cuando se dirigía a la embajada de México para buscar asilo político[5] hizo que sus seguidores, convocados previamente para la tercera Toma de Lima,[6] iniciaran manifestaciones que se extendieron por todo el país, a la que se unieron diversos colectivos y organizaciones de izquierda.
[8] Casos notables ocurrieron en Puno (paralización) y Madre de Dios (bloqueo).
[11] El Banco de Crédito del Perú reportó una reducción de producción tras el bloqueo, lo que conllevaría una reducción del producto bruto interno proyectado por el BCR.
[20] La Asociación de Hoteles, Restaurantes y Afines solicitó al MEF para recurrir en la campaña Reactiva Perú y mantener a flote a las empresas del sector turismo.
[23][24][25] El mercado que abastece la ciudad se encontró cerrado desde el 4 de enero.
Se reportó que un balón de gas llegaba a costar hasta 300 soles.
[31] Luego del posterior bloqueo, se reportó que el bloqueo de carreteras provocó el desabastecimiento de gas, gasolina y GLP en Cusco, registrándose largas colas.
[33] El departamento de Cuzco, se quedó sin turistas extranjeros recurrente y, por consecuencia, se despidió masivamente a trabajadores de hoteles.