Mascon

Los máscones fueron detectados por primera vez analizando los movimientos de la sonda automática estadounidense Lunar Orbiter 5 y posteriormente estudiados por medio de microsatélites lanzados desde la órbita lunar por las misiones Apolo.[2]​ Esto ocurrió durante la década de 1960 cuando se percibió que las órbitas de los satélites artificiales lanzados hacia la Luna eran alteradas por heterogeneidades gravitacionales en la corteza del satélite natural de la Tierra.Una explicación establece que fueron originados por la transformación de los basaltos lunares en rocas más densas en los bordes de las formaciones circulares.Estas concentraciones o anomalías positivas han sido detectadas en algunos de los mares regulares como el Imbrium, Serenitatis, Nectaris, Crisium, Humorum, Humboldtianum, Orientale, Smythii, Aestum o el mismo cráter Grimaldi, y suponen el descenso local en altitud de un satélite artificial que las sobrevuele.Los impactos meteóricos no solo aportan masa, sino que, por reacción, suelen provocar «nubes de manto», campos de magma solidificado.
Topografía —arriba— y campo gravitacional —abajo— del mascon correspondiente al Mare Serenitatis ( Lunar Prospector , NASA ).