Fue ahí donde conoció al pintor Alexande Cabanel quien explotó su habilidad artística y le dio la oportunidad de decorar porcelana.
En 1830 grabó diversas estampas sobre batallas que había estudiado con su maestro Nicolas Toussaint Charlet (1792-1845).
Murió en Génova en 1860 y 33 años más tarde se dio a conocer un monumento dedicado al litógrafo que se pidió retirar y fundir durante la ocupación nazi en la Ciudad Luz.
Su proyecto expansionista no logró someter al Imperio naval británico y fue derrotado en la Batalla de Trafalgar (1805) ante las fuerzas del vicealmirante Horatio Nelson (1758-1805).
Los cuerpos quemados junto a los que avanza el corso, permitieron identificar la escena en la obra hoy mexicana como el último combate de la Gran Armada napoleónica.