La edificación principal está construida con sillares de piedra arenisca y mide unos siete por trece metros.
En los muros exteriores se representa al emperador Augusto como faraón, presentando ofrendas a las deidades Isis, Osiris y su hijo Horus.
La zona central, utilizada para las ofrendas, y el santuario de Isis, al fondo del templo, están casi sin decorar.
Sólo posee relieves el marco de la puerta y la pared posterior del santuario.
El interior fue revocado y pintado, pero estos añadidos se han desvanecido casi por completo.