Casi el 12 % de la población nació en el exterior y casi una quinta parte son o bien inmigrantes o hijos de estos.
Los finlandeses fueron el primer gran grupo que emigró a Suecia en el siglo XX.
15 000 de ellos permanecieron en Suecia tras la guerra y muchos otros regresaron como adultos.
Aproximadamente 400 000 finlandeses vivían en Suecia cuando estalló la crisis energética de 1973, tras lo cual el comercio estable entre la Unión Soviética y Finlandia dio ventaja a esta última.
De entre los refugiados que huyeron a Suecia durante la guerra civil en la antigua Yugoslavia, 135 000 permanecían aún allí en 2001.