De acuerdo con algunos documentos históricos y según reconstrucciones posteriores basadas en ellos, en 1620-24, Pyanda, mientras lideraba una partida que estaba en Siberia cazando y comprando pieles a los locales, se convirtió en el primer ruso que remontó el río Tunguska Inferior y que llegó a las proximidades del río Lena, uno de los mayores ríos del mundo.
En el primer tercio del siglo XVII había dos hombres en Yakutia con el apodo de Pyanda.
El gran explorador lo más probable es que se llamara Demid Sofonovich Pyanda.
Mientras compraba pieles a los locales, escuchó historias acerca de la existencia de un gran río al este del Tunguska Inferior, llamado Elyu-ene, que en idioma evenki significa «río grande».
Los relatos de buques armados hicieron que los aventureros rusos fueran más cuidadosos y demoró su movimiento hacia el este.
Ya fuera para evitar riesgos excesivos o para comprar pieles a los locales justo en el punto al que había llegado, Pyanda ordenó a sus hombres detenerse y construir un asentamiento de invierno, más tarde llamado Nizhneye Pyandino (Bajo Pyandino).
Los tunguses pronto les atacaron, pero los rusos los repelieron fácilmente con sus armas de fuego.
Al año siguiente, 1621, Pyanda navegó apenas varias decenas kilómetros río arriba, y en el paralelo 62°N, construyó Verjneye Piandino, otro asentamiento de invierno.
Después de pasar por la desembocadura de un importante afluente por la derecha, llamado río Vitim, el Lena se volvió más amplio y pronto giró hacia el este, fluyendo entre orillas bajas y numerosas islas.
Pyanda volvió a Chechuiski volok y decidió explorar otro camino de regreso hacia el río Yeniséi.
Pyanda y sus hombres pasaron con éxito los rápidos del Angara y finalmente llegaron a la desembocadura del río en el Yeniséi, habiendo descubierto que el Angará era el mismo río conocido como Tunguska Superior (Verjniaya Tunguska), como había sido nombrado con anterioridad por cosacos yeniseianos.