Esta área proporciona la agudeza visual, la que permite al ojo percibir detalles finos y pequeños.
Esta enfermedad está directamente ligada con el envejecimiento y el deterioro del sistema ocular, y aunque la degeneración de las células fotorreceptoras no es la única causa, es una de las más importantes.
El metabolismo de la retina consume muchos recursos y por lo tanto crea también muchos desechos que va eliminando, pero con la edad la capacidad de eliminar desechos va disminuyendo y estos se acumulan, produciéndose las drusas.
El tratamiento suele ser cirugía láser o el uso de fármacos antiangiogénicos inyectados directamente en el ojo como el ranibizumab.
Este fármaco, además de frenar la enfermedad, puede aportar mejoría significativa en determinados casos.
Hasta hace poco no había un tratamiento eficaz de esta enfermedad degenerativa.
Son medicamentos denominados antiangiogénicos que se inyectan directamente en la cavidad vítrea y pueden ser de diferentes tipos.
Su performance en ensayos clínicos ha demostrado ser superior a la lograda por bevacizumab y ranibizumab.