La técnica se demostró por primera vez en 1991 con una resolución axial de ~30 µm.
La TCO tiene ventajas críticas sobre otros sistemas de imagen médica.
[4][5] La TCO está basada en la interferometría de baja coherencia.
La luz blanca es también una fuente de banda ancha con energías más bajas.
Para ello se precisa un medio óptico suficientemente transparente (como el humor vítreo) que permite obtener una señal detectable.