La mayoría de las defensinas actúan al penetrar la membrana plasmática microbiana por medio de la atracción eléctrica y, una vez que han penetrado, forman un poro en la membrana que provoca la extrusión.
[1] Las defensinas (DEF) son péptidos altamente conservados en la escala evolutiva y forman parte de la respuesta inmune innata.
Sus propiedades antimicrobianas son de amplio espectro (antibacterianas, antifúngicas, antivirales) variando en efectividad microbicida según su estructura y carga catiónica neta.
De acuerdo con su patrón molecular de puentes disulfuro y distribución genómica las defensinas se clasificaron en las familias alfa (α) o HNP (human neutrophil peptides, beta (β) o HBD (human beta-defensin) y teta (θ).
[4] Particularmente, la α–defensina 1 (human neutrophil peptide 1, HNP1) presenta una doble función anti VIH: Respecto a su repercusión epidemiológica, en mujeres constantemente expuestas al VIH, pero seronegativas, se ha encontrado una elevada expresión constitutiva de a–defensinas (alfa-defensinas o, α-defensinas) en sus linfocitos T CD8+ periféricos y de mucosa diez veces mayor comparada con controles y se ha propuesto que esto explica, al menos parcialmente, la no infección en individuos altamente expuestos, pero no infectados.
La sobreexpresión producida por esta variante podría explicar la asociación de este SNP con protección contra la infección perinatal por VIH en niños italianos y brasileños, aun cuando la hBD1 es la que presenta menor actividad anti VIH dentro de esta familia.
La hBD2 presenta potencia similar a la hBD1 e inhibe como máximo de 30–40 % la infectividad, siendo la primera más activa contra las cepas X4.
La inhibición del VIH por hBD2 ocurre entre los eventos de entrada–fusión y la transcripción reversa.
Contrariamente, en pacientes infectados con VIH disminuye significativamente la expresión de hBD2 en mucosa oral, favoreciendo una mayor susceptibilidad al VIH, así como a infecciones oportunistas y a otras complicaciones orales.
Por último, las ventajas que hipotéticamente tendría utilizar la θ–defensina retrociciina como agente antirretroviral en comparación con inhibidores utilizados actualmente como el T–20 (enfuvirtida, DP–178 o pentafusida) son: Estos hallazgos ubican a las defensinas naturales y aquellas mejoradas por ingeniería de péptidos como potenciales agentes profilácticos y como una alternativa terapéutica de primordial importancia para detener o al menos retardar la replicación del VIH en pacientes seropositivos.