El vino es susceptible de ser atacado por diferentes substancias químicas así como por diversos microorganismos.Pero, al contrario que los alimentos, el vino se ve afectado tan sólo en el sabor y el aroma y no perjudica en la mayoría de los casos a la salud debido a sus fallos.Los metales involucrados en este fallo son el hierro, el cobre y en menor medida el aluminio.El problema surge cuando se manipula el vino con materiales elaborados de estos metales.Los componentes sulfurosos volátiles presentes en el vino tienen este olor distintivo, incluso a concentraciones muy pequeñas.Esta segunda fermentación puede ocurrir en el post-procesado del vino o ya tras haber sido embotellado.
La oxidación del etanol en ácido acético (vinagre).