Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana

Evidentemente es necesario diferenciar aquí la situación de la mujer según pueblos, sociedades y civilizaciones.

En algunos pasajes equiparaba los mismos derechos para ambos sexos y, en otros artículos resaltaba el predominio del hombre sobre la mujer.

Preámbulo: Las madres, hijas, hermanas, representantes de la nación, piden que se las constituya en asamblea nacional.

En consecuencia, el sexo superior tanto en belleza como en coraje, en los sufrimientos maternos, reconoce y declara, en presencia y bajo los auspicios del Ser supremo, los Derechos siguientes de la Mujer y de la Ciudadana:[3]​ Epílogo: Mujer, despierta; el rebato de la razón se hace oír en todo el universo; reconoce tus derechos.

El hombre esclavo ha redoblado sus fuerzas y ha necesitado apelar a las tuyas para romper sus cadenas.

Su autora denunciaba que la revolución olvidaba a las mujeres en su proyecto de igualdad y libertad.

El planteamiento feminista no era compartido por los varones que dirigían la revolución, ni siquiera los más radicales.