Si bien la idea de integración sudamericana para algunos era vista como algo abstracto (debido a varias experiencias de iniciativas pasadas que no habían prosperado), esta vez fue diferente.
La negociación del Acuerdo Corpus-Itaipú y el entendimiento alcanzado durante el conflicto de las Malvinas han sido mencionados como los pilares de índole geopolítica más importantes para abrir el camino hacia aquel objetivo inicial.
Además, la estabilidad política e institucional, con la crisis de la deuda y más precisamente la búsqueda de una vía para resolverla, modificaron la tradicional visión de competencia y conflicto entre los Brasil y Argentina, dando pase a la cooperación.
Hacia fines del año 1989 perdería importancia la idea de integración planteada en términos bilaterales.
Para entonces ya había una evolución en el intercambio comercial entre Argentina y Brasil y la continuidad democrática permitía mantener la idea de integración regional como una variable política central de ambos gobiernos.