David Octavius Hill

[1]​ Ha pasado a la historia por sus impresionantes calotipos de retratos fotográficos (modelos y tipos callejeros), también cultivó otros géneros como el paisaje y los monumentos arquitectónicos.

Considerado como el padre del retrato fotográfico, junto a Robert Adamson, su gran obra son los calotipos realizados de los padres de la Iglesia escocesa.

En el año 1866 logró finalizar la pintura que carece sin duda alguna del valor artístico de los retratos individuales captados en los calotipos.

Son retratos donde se consigue una naturalidad en las poses y gestos que no se encontraban en los daguerrotipos de la época, ya que se prescinde en ellos de cualquier tipo de artilugio para sujetar a los modelos.

En su honor se estableció en 1955 un premio otorgado por la Deutsche Fotografische Akademie.

David Octavius Hill.