Tras realizar la pretemporada con los blanquiarrojos, convenció al técnico David Vidal, firmando un contrato de dos años.
[9][10] Pero la temporada 1991/92 volvió a verse condicionado por problemas físicos[11] y solo participó en siete encuentros ligueros, siempre como suplente, marcando un gol.
La siguiente campaña la empezó como habitual en las alineaciones, aunque prácticamente quedó inédito en la segunda vuelta, tras el cese de David Vidal.
Pese a todo, anotó las mejores estadísticas de su carrera en Primera: tres goles en dieciocho partidos.
Finalizado su contrato con el CD Logroñés, Linde, sin equipo, se vio obligado a entrenarse por su cuenta en las instalaciones del Atlético de Madrid durante varios meses.