Darcy Ribeiro

Desplegó, en paralelo, una intensa labor intelectual orientada a lo que él mismo definió como Antropología de la civilización.

Su medida más importante fue la apertura de hasta 500 Centros Integrados de Enseñanza Pública, un –por entonces– innovador proyecto pedagógico intensivo, orientado a niños y adolescentes, que combinaba educación formal y no formal.

En el libro Las Américas y la Civilización, Ribeiro propone una tipología histórico-cultural de los pueblos del mundo, con énfasis en los americanos.

Los pueblos emergente, como los aimarás y kekchís, son también restos de antiguos pueblos indígenas deformados por los europeos, que no se identifican con la sociedad civil circundante y aspiran a la autonomía o independencia política o al derecho de participación diferenciada en aquella.

Sus obras han sido traducidas al inglés, español, francés, alemán, italiano, hebreo, húngaro, polaco y checo.

Los pueblos testigo (amarillo) son restos de antiguas civilizaciones, desfiguradas por el contacto con el europeo; los pueblos transplantado (azul) son extensiones de Europa, surgidas de grandes olas migratorias; y los pueblos nuevo (rojo) son híbridos totalmente nuevos, originados del contacto entre pueblos muy distintos en situaciones de dominación.