Daniel Dunglas Home

Sus supuestos poderes extrasensoriales (levitación, clarividencia y telekinesis, entre otros) habrían sido, en teoría, hereditarios.

Por aquellos días, y en vista de que las cosas no iban demasiado bien en la casa, aprovechó el ofrecimiento de una tía que iba a Estados Unidos para confiarle al niño.

La mañana siguiente, Daniel dijo a sus tíos que Edwin acababa de morir.

A esto siguieron golpes en las paredes y muebles, sillas deslizándose por sí solas por el piso, objetos volando.

Los tíos creyeron que el demonio se había posesionado del sobrino y, sin esperar más, lo echaron de su casa.

Ya no temía, como al principio, el riesgo de la caída.

Además hacía sonar las campanas a distancia, tocar un acordeón y practicar la elongación.

En cosa de cinco minutos oyeron golpes en la mesa, en el piso y en los muros.

Home pidió un acordeón y en cuanto lo depositaron sobre la mesa se puso a tocar por sí solo.

En 1857, Home viajó por primera vez a París, invitado por Napoleón III, tan interesado como su esposa Eugenia de Montijo en los misterios del más allá.

Materializó a continuación una mano que apoderó de un lápiz y escribió en un papel la palabra Napoleón.

El emperador examinó la palabra y vio que era la firma auténtica de Napoleón Bonaparte.

A pesar de defender la emperatriz al Médium, éste tuvo que abandonar Francia.

Home no pedía nunca dinero por presentarse ante la gente interesada, pero le parecía muy razonable aceptar obsequios, como relojes de oro, tabaqueras valiosas y joyas cuya venta le permitía sostener una vida lujosa.

Pero, al aparecer, quiso sacar partido de una viuda y le resultó muy caro.

No solo obedeció la dama la orden venida del más allá, sino que hizo entrega además de 30.000 libras esterlinas al médium.

En primer lugar agarró sus carbones encendidos de la chimenea y se los echó a la boca.

Sucedió el 13 de diciembre en la presidencia Ashley, en Victoria Street, y fue presenciada, entre otros, por sir William Crookes (1832-1919), insigne físico inglés descubridor de los rayos catódicos y primero en aislar el tantalio.

Acompañaban al aristócrata su amigo Lord Lindsay y su primo el capitán Charles Wynne.

En aquella ocasión, Home cayó en trance y por sus labios se expresó el espíritu de Adah Mencken, actriz recién fallecida que habían conocido bien Home y Lord Adare.

Sir William Crookes declaró que Home poseía una singular fuerza psíquica.

Michael Faraday, descubridor de la inducción electromagnética, quien vio en alguna ocasión a Home realizar una experiencia, declaró en cambio que era sólo un hábil ilusionista.

Ilustración de la levitación de Daniel Dunglas Home.