Cyril Scott

Fue un firme creyente en el ocultismo, el cual describió como una mezcla de ciencia, filosofía y religión.

Como compositor, Scott escribió casi cuatrocientas obras, incluyendo cuatro sinfonías, tres óperas, dos conciertos para piano, cuatro oratorios (Nativity Hymn (1913), Mystic Ode (1932), Ode to great Men (1936) e Hymn of Unity (1947)), cuatro conciertos (para violín, violoncelo, oboe y clavicordio) y varias oberturas, así como poemas sinfónicos, música de cámara, canciones y obras breves para piano.

Tuvo el aprecio de Debussy, el propio Goossens, Grainger, Sorabji, Strauss e Stravinski.

En ocasiones se le ha considerado el Debussy inglés, etiqueta errónea que, según Michael Hurd, refleja un conocimiento muy inexacto tanto de Debussy como de Scott.

En 2001, su Sonatina para guitarra, una pieza de 1927 que se creyó perdida durante décadas, fue descubierta por Angelo Gilardino en los archivos del guitarrista español Andrés Segovia, para el que fue compuesta originalmente.

Cyril Scott 1907