Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro

[1]​La Cumbre fue sucesora de la Conferencia sobre el Medio Humano (Suecia, 1972).

En la Cumbre culminó el proceso de negociación y adopción del Convenio sobre la Diversidad Biológica.

Incluso hoy, el Programa 21 es la referencia para la aplicación del concepto de desarrollo sostenible.

[6]​ La sección III del informe de la Conferencia de Río destacó el papel de los diferentes actores en la aplicación del desarrollo sostenible: mujeres, jóvenes y niños, los pueblos indígenas, las organizaciones no gubernamentales, autoridades locales, sindicatos, empresas, investigadores, agricultores, entre otros.

Elizabeth Dowdeswell - Directora Ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Al Gore - Senador de EE.UU. y defensor del medio ambiente.

Vandana Shiva - Física y activista ecológica de la India.

Barbara Ward - Economista británica y pionera del desarrollo sostenible.

René Dubos - Científico francés y defensor del lema "Piensa globalmente, actúa localmente".

Anil Agarwal - Fundador del Centro para la Ciencia y el Medio Ambiente de India.

Patricia Adams - Presidenta de Probe International, Canadá.

Marina Silva - Activista ambiental y política brasileña.

Joan Clos - Alcalde de Barcelona y defensor del desarrollo sostenible urbano.

Invitó a los Estados, la sociedad civil y los ciudadanos a “sentar las bases de un mundo de prosperidad, paz y sostenibilidad", incluyendo tres temas en el orden del día: 1.

El fortalecimiento de los compromisos políticos en favor del desarrollo sostenible.

El balance de los avances y las dificultades vinculados a su implementación.

Dos cuestiones, íntimamente ligadas, constituyeron el eje central de la cumbre: 3.1.

Una economía ecológica con vistas a la sostenibilidad y la erradicación de la pobreza.

Acordando que los temas principales de dicha conferencia fueran: 1.

Una economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza.

En ese sentido la Cumbre Rio+20 concluyó aprobando un plan para avanzar hacia una “economía verde”, intentando frenar la degradación del medio ambiente y combatir la pobreza.

Dicho acuerdo fue criticado por falta de metas vinculantes y financiamiento.