Un cultivo es empleado como un método fundamental para el estudio de las bacterias y otros microorganismos que pueden ser patógenos o no.
[3] Estos últimos se obtienen al aislar una sola célula o colonia de una especie y cultivarla en condiciones controladas.
Otras veces, el medio de cultivo contiene determinados azúcares especiales que sólo pueden utilizar algunas bacterias.
Si las bacterias son capaces de producir fermentación, generan gases que pueden ser detectados cuando el cultivo se realiza en un tubo cerrado.
[cita requerida] Con otros medios de cultivo se puede identificar si las bacterias producen determinadas enzimas que digieren los nutrientes.