Históricamente, esta zona ha sido explotada con fines mineros, llegando a articularse un núcleo industrial en Peñarroya-Pueblonuevo al tiempo que se desarrollaba el ferrocarril.
Durante el último tercio del siglo XIX se construyeron varias líneas férreas y ramales industriales para así facilitar la conexión de todo el entramado minero-industrial con otras provincias.
La actividad obrera continuaría teniendo una gran importancia en la zona hasta el estallido de la Guerra Civil en 1936.
[9] Para ello, se crearon dos empresas estatales (ENCASUR y ENECO) encargadas de desarrollar esta iniciativa.
En 1980 en la cuenca carbonífera se encontraban en servicio cinco pozos extractivos de ENCASUR, los cuales empleaban a unos 1000 operarios.
En 2005 se clausuraron las últimas explotaciones de la zona: el Pozo María y la mina San Antonio.
[15] Además, en la zona existieron varios ramales de menor importancia que enlazaban entre sí los distintos yacimientos e instalaciones.
Debido a ello, durante muchos años la zona del Guadiato fue un importante núcleo de actividad ferroviaria.