Durante la segunda mitad del siglo XIX la cuenca carbonífera de Peñarroya-Belmez-Espiel comenzó a ser explotada intensamente, al calor de la revolución industrial que se vivía en aquellos años.
[1] Sin embargo, sería bajo la también francesa Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya (SMMP) que se articuló un auténtico Cerco Industrial, que viviría su apogeo durante el primer tercio del siglo XX.
La zona industrial de Peñarroya-Pueblonuevo estuvo estrechamente ligada al ferrocarril, principal vía de comunicación que permitía dar salida a la producción minera e industrial.
Ya en 1868 se había inaugurado la línea Almorchón-Belmez,[4] de ancho ibérico, que en la zona de Peñarroya contaba con una estación ferroviaria situada junto al que luego se articularía como «Cerco Industrial».
Años más tarde este trazado enlazaría con otro ferrocarril procedente del sur, la línea Córdoba-Belmez.