El personaje narra sus experiencias y vivencias en todos los sitios a los que llega, las cuales involucran la interacción con otros personajes y su percepción de los distintos paisajes que observa.
[3] A diferencia de otras obras en las que es utilizado el paisaje como un recurso para dilatar o suspender por un momento el hilo de la historia, en 4 años a bordo de mí mismo, el paisaje no se puede separar o aislar de la continuidad de la historia que se desarrolla, porque su presencia es lo que mantiene unida de principio a fin la novela, pues se convierte en elemento indispensable para que la trama fluya y se condense en los más extraños y únicos momentos que sazonan la obra.
Por otra parte, son las percepciones del viajero lo que hace que sea posible construir el paisaje que solo él puede definir, y que el lector se arriesga a experimentar, a través de los sentidos que dibujan el paisaje y lo configuran como un compañero inseparable del viajero, pues solo a causa de ellos se da la posibilidad de comprender la lucidez de los espacios y los tiempos donde se sumerge el personaje principal de la obra.
Un ejemplo de lo anterior, son las primeras palabras de la obra, en las que el viajero describe la noche mientras espera por la goleta que abordará en Puerto Colombia para llegar a su destino:La noche está sola.
Abandonada sobre el mundo, extendida sobre muchas ciudades, muchos campos, bosques, islas, mares, aldeasEn otra descripción de la noche, esta vez en Cartagena de Indias, ciudad a la que tiene que arribar la goleta debido a una tormenta, el viajero deja ver su molestia por el retraso:La luna también me mira, sonriente y temerosa; cree sin duda que soy loco y se admira porque no le digo versos imbéciles como los que le hacían los poetas del Bogotá de 1910.También es compresible que el paisaje llegue a tener una cara antagónica al ser comparado en varios lugares, pues cada lugar que recorre el viajero tiene la particularidad de ser único en sus perfumes, distinto en el avanzar del tiempo, dulce o agrio en sus colores y paradisíaco a su manera, esa es una riqueza que el personaje comparte con el lector para hacerlo partícipe de sus impresiones.